¿Qué son las verrugas plantares y los callos? Conoce más sobre ellos.
Los pies son una parte del cuerpo a la que a menudo prestamos poca importancia y que sin embargo son una pieza clave, ya que son el punto de apoyo de nuestro cuerpo y absorben y amortiguan el impacto que recibimos del suelo al andar.
Las lesiones que aparecen en los pies originan una alteración destacada del ritmo de vida habitual, ya que suelen originar dolor y éste condicionar el desplazamiento.
Dos de los problemas más habituales y que a veces se confunden por su aspecto son las verrugas plantares y las callosidades.
Las verrugas plantares
Las verrugas plantares son lesiones duras y rugosas, de aspecto puntiforme.
Las verrugas pueden aparecer también en otras partes del cuerpo. La característica quizá diferencial cuando afecta a la planta del pie es el hecho de la presión que reciben, que hace que el aspecto sea a menudo plano. Puede ser una única verruga o aparecer múltiples verrugas.
Habitualmente son del mismo color que la piel y en ocasiones un poco más oscuras. Suelen estar producidas por virus, el más frecuente de los cuales es el virus del papiloma humano. El hecho de que sean causadas por virus implica que pueden contagiarse.
Los síntomas de las verrugas plantares van a depender de la localización de las mismas.
Si están en una zona donde el pie apoya al caminar, van a doler más, originando síntomas similares a cuando tenemos una astilla clavada.
Las callosidades o callos
Las callosidades o callos son lesiones que pueden parecerse en el aspecto, pero que tienen un origen diferente.
Están causados por la presión constante sobre una zona del pie y tienen el aspecto de una zona gruesa, dura, sin los puntitos típicos de las verrugas. A menudo pueden originar dolor en los pies o con el roce. También hay personas que se quejan por la estética.
¿Cómo tratarlas?
Las verrugas plantares suelen ser tratadas por los dermatólogos. Hay diferentes opciones de tratamiento que tienen como finalidad eliminar las verrugas: aplicación de medicamentos tópicos, curetaje, crioterapia o láser.
En cualquiera de las opciones elegidas, la eliminación va a originar una herida que tendremos que desinfectar con un antiséptico. Cristalmina (clorhexidina al 1%) es la opción ideal, ya que no pica y es transparente, con lo cual, permite hacer el seguimiento de la herida y ver cómo evoluciona.
Las callosidades suelen ser eliminadas por los podólogos, que recortan el exceso de piel y recomiendan plantillas o determinados tipos de calzados que protejan mejor el pie.
Te recomendamos no hacer este recorte por tu cuenta, ya que es más probable que se provoque una infección.
Tras el tratamiento por el podólogo también pueden quedar zonas más susceptibles a la infección que deberemos curar de forma adecuada con antisépticos.
La clorhexidina es al antiséptico de referencia más recomendado en las diferentes guías clínicas para la desinfección de heridas superficiales de la piel.
Para evitar la infección tras los procedimientos dermatológicos o podológicos, ¡siempre resulta una buena opción!
SEGUIR LEYENDO