A todos nos gusta la playa, menos cuando hay medusas. Las picaduras de medusa se producen especialmente en la época veraniega coincidiendo con la práctica de diferentes actividades junto al mar, como andar, nadar o bucear. Los tentáculos de medusas, anémonas u otros animales marinos pueden contactar con la piel e inyectar el veneno.
Síntomas de la picadura de medusa
Tras la picadura de medusa suele originarse una sensación dolorosa ardiente o eléctrica. Posteriormente podremos ver cómo la piel se enrojece y se inflama, a veces en forma de ronchas, ampollas o incluso úlceras. Además del dolor, es común que origine picor.
Aunque habitualmente son procesos limitados a la piel, en algunas ocasiones pueden ser picaduras graves que en unas horas pueden originar síntomas tales como dolor de cabeza, espasmos musculares, vómitos y diarreas o problemas cardiacos.
Cómo actuar ante una picadura de medusa
- En primer lugar, es importante eliminar los tentáculos adheridos o incrustados en la piel sin tocarlos con las manos. Se puede utilizar una toalla o unas pinzas.
- Posteriormente aplicaremos alcohol (o en su defecto vinagre) para disminuir la intensidad del dolor. A continuación limpiaremos la piel afectada con agua salada. No debemos utilizar agua dulce.
- Si el dolor o el prurito persiste podemos aplicar hielo (usando un trapo o bolsa de plástico, nunca directamente) y si no mejora acudir a una centro de salud cercano o a su farmacia para una mejor valoración.
- En caso de que la picadura haya provocado una herida, se puede aplicar un antiséptico. Cristalmina, es un antiséptico de amplio espectro que actúa de manera rápida, no pica y no mancha. Por esto, te será de utilidad para mantener estas heridas desinfectadas
Prevención de las picaduras de medusa
- Evita bañarte en zonas de alto riesgo de que las haya.
- Evita bañarte si hay medusas (ni con neopreno ni con camiseta).
- Recomienda a tus hijos no tocar animales o restos marinos, ya que aunque parezcan muertos pueden liberar algún veneno.