La depilación es una técnica estética cada vez más habitual tanto por mujeres como por hombres. Existen diferentes técnicas de depilación que cortan o arrancan el pelo de sus folículos pilosos por diferentes mecanismos.
En estos casos, la piel recibe en cierta manera una “agresión” cuando se realiza la depilación. Por eso, es necesario prepararla para la depilación y cuidarla con posterioridad, para intentar minimizar la irritación y la posible aparición de infecciones. ¡Una piel bonita, también es una piel sana!
Antes de la depilación
Conviene que la piel esté limpia y exfoliada. Una ducha caliente antes de aplicar el método depilatorio abrirá los poros y hará que el pelo se pueda eliminar con más facilidad.
Después de la depilación
Aplicar frío vuelve a cerrar los poros y puede irnos bien. Aplicar una capa de Cristalmina en Spray (digluconato de clorhexidina al 1%) y posteriormente una buena crema hidratante, nos va a ayudar a evitar la infección y a calmar la piel tratada.
Otros consejos que nos van a ayudar en las siguientes horas:
- Evitar la exposición al sol o las duchas muy calientes (o sesiones de sauna, etc)
- Evitar llevar ropa muy ajustada
- En el caso de depilación facial, evitar el maquillaje
- En el caso de depilación axilar, evitar productos con alcohol o irritantes
Foliculitis
La foliculitis es el nombre técnico que reciben esos granitos rojos tan molestos que pueden salir tras la depilación. Corresponde a la inflamación de la zona donde estaba alojado el pelo, y que tiene el nombre de folículo piloso. Algunos tipos de pieles tienen más tendencia a que esta inflamación aparezca. También en algunas zonas, por ejemplo, en las ingles, puede aparecer foliculitis. Puede causar dolor y picor por lo que al rascar, el riesgo de infección aumenta considerablemente
Aplicar un antiséptico tras la depilación, nos va a ayudar a controlar esta colonización y la posible infección derivada. Una solución antiséptica, la hidratación y los cuidados de la piel favorecen que la piel luzca sana.
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