¿Sabes cuáles son las diferencias entre la clorhexidina y la povidona yodada?

Dentro de un pequeño frasco de antiséptico, se esconde un gran poder con propiedades preventivas y curativas. Los antisépticos son sustancias químicas que eliminan o impiden el crecimiento de los microorganismos en los tejidos como la piel y las mucosas. Se usan fundamentalmente para disminuir el riesgo de infección en la piel intacta, mucosas y en heridas abiertas. Son imprescindibles en el cuidado de las heridas, un contratiempo habitual en el día a día.

Pero no podríamos hablar de antisépticos, sin mencionar la importancia de una higiene correcta. Si has sufrido alguna pequeña herida, seguramente hayas escuchado: ¡Límpiate bien la herida con agua y jabón! Las heridas producidas por caídas, por rozaduras, quemaduras, intervenciones quirúrgicas o por cualquier otro motivo, deben de estar limpias y libres de microorganismos para cicatrizar de forma adecuada.

La asepsia: un antes y un después

A lo largo de la historia, la asepsia fue un gran hallazgo histórico, es decir, se dio a conocer esa necesidad de que las heridas no se infectaran. Y es que, ¿os imagináis las consecuencias que provocaba antiguamente una pequeña herida? Por suerte, con el paso del tiempo, se han utilizado diferentes productos en el cuidado de las heridas con el fin de evitar complicaciones. Desde el fenol, al alcohol, al agua oxigenada (peróxido de oxígeno), a la povidona yodada, hasta llegar a la clorhexidina.

 

Sin embargo, a medida que se ha ido teniendo más conocimiento de los antisépticos de elección, muchos de estos productos se han ido descartando por la posibilidad de efectos adversos y por la capacidad que han demostrado en prevenir la infección.

¿Qué antiséptico elegir?

En la actualidad, los dos antisépticos más utilizados hoy en día son la povidona yodada y la clorhexidina. Si bien estudios comparativos que se han realizado, la clorhexidina ha dado mejores resultados, a continuación, describiremos las principales diferencias entre ellos. Seguro que te interesa conocerlas. 

La povidona yodada no puede utilizarse de forma prolongada en embarazadas o lactantes. Tampoco en personas con problemas de tiroides, ya que la absorción de yodo, que contiene la povidona yodada, a través de la piel intacta o dañada puede interferir en las pruebas de la función tiroidea.

Y, ¿qué hay de la clorhexidina? Su absorción a través de la piel es mínima y por tanto produce escasas reacciones sistémicas. Además, se han descrito pocos casos de irritación de piel y mucosas. Pero ¡atención! No debe aplicarse en ojos ni oídos. Está indicada para aplicarse como antiséptico de heridas, quemaduras y del ombligo en recién nacidos. Otro punto clave de la clorhexidina es que, al ser trasparente, permite ver la evolución de las heridas. Sin duda, ¡Una gran ventaja!

Llega la prueba del algodón. Por una parte, el inicio de acción de la povidona yodada se produce al cabo de 3 minutos de su aplicación, mientras que en el caso de la clorhexidina tiene lugar tan solo 15-30 segundos tras su aplicación. Por otro lado, el efecto antiséptico de la povidona yodada se mantiene durante 3 horas, mientras que en el caso de la clorhexidina este tiempo se duplica. Nada más ni nada menos, que hasta las 6 horas.

La clorhexidina, indispensable en botiquines

Diferentes estudios indican que aplicando este antiséptico, el riesgo de infecciones disminuye en comparación con el empleo de povidona yodada.

La superioridad de los compuestos de clorhexidina estaría relacionada con una acción más rápida, mayor persistencia de la actividad en la zona aplicada y un efecto más duradero. Para que esto sea posible, la cantidad de clorhexidina sí importa. Es recomendable utilizar un producto que sí sea medicamento y contenga clorhexidina al 1%, dosis óptima para la antisepsia, desinfección de heridas y quemaduras.

Así que no te confundan: no todas las clorhexidinas son iguales. Existen otros productos con clorhexidina a distintas concentraciones o al 1% de venta en farmacias, que no son medicamento, en todo caso cosméticos o biocidas, y no son aptas para la curación de las heridas.

Y es que, una pequeña herida, no tiene por qué echar a perder un gran día. Podéis encontrar la clorhexidina en vuestra farmacia habitual en diferentes formatos bajo el nombre de Cristalmina (digluconato de clorhexidina al 1% y regulado cómo medicamento).

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