Los niños y las niñas históricamente siempre han tenido cierto reparo en que les curemos las heridas. ¿Sabéis por qué? Porque puede resultar un momento desagradable: después del dolor que causa, se vuelve a sentir molestia o picor en la herida en el momento de la cura y la aplicación del antiséptico.
Algunos antisépticos (como agua oxigenada o alcohol) escuecen cuando los utilizamos sobre las heridas.
El agua oxigenada origina una reacción de efervescencia que libera oxígeno y esa liberación de “burbujitas” origina una sensación desagradable y escozor.
El alcohol en realidad no debería utilizarse sobre la piel herida, sino solamente sobre piel sana para extracciones o inyecciones. Irrita el tejido dañado y esto es la causa del dolor.
La alternativa que ni pica ni mancha: Clorhedixidina
Desde que disponemos de Cristalmina, la historia ha cambiado: ¡es posible curar sin que pique! Especialmente desde que, en la formulación, Cristalmina solamente lleva clorhexidina al 1% como principio activo y agua purificada como excipiente (¡y nada de alcohol!). Recuerda: Cristalmina no pica ni mancha.
De esta manera las molestias y picores que origina una herida (como picor o quemazón) solamente están relacionadas con la propia herida y no con los productos que vamos a utilizar para su curación y desinfección. Aunque es algo que beneficia a todas las edades, la resistencia que los niños y las niñas tenían a ese momento de la cura se soluciona. ¿No os parecen buenas noticias?
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