El cordón umbilical es imprescindible durante la vida prenatal: es la conexión del feto con la placenta de la madre. En definitiva, es la estructura que permite el intercambio de gases y de nutrientes que necesita el bebé para su crecimiento y supervivencia durante el embarazo.
¿Por qué es importante cuidar el cordón umbilical?
El cordón umbilical se pinza con material estéril durante el parto y se corta en el momento en el que sale el bebé. El cordón tiene que cicatrizar hasta caer dejando como muestra de su existencia, el ombligo.
Como es un tejido cicatricial que está en contacto con la piel, puede infectarse precisamente con los gérmenes de la piel. El cordón también puede infectarse con los gérmenes que pudiera haber en el canal del parto, en el caso de que hubiera una infección materna.
¿Cómo realizar los cuidados del cordón umbilical? ¡Toma nota!
Las últimas recomendaciones indican que, en nacimientos controlados, sin factores de riesgo, el riesgo de onfalitis (infección del cordón umbilical) es muy bajo. Limpiarlo con agua y jabón y dejarlo seco y limpio puede ser suficiente.
Tradicionalmente, se han utilizado soluciones antisépticas como el alcohol de 70 % o la clorhexidina gotas o spray (Cristalmina, digluconato de clorhexidina al 1%).
La guía elaborada por la asociación española de matronas en el año 2018 indica que, en caso de utilizar un antiséptico, el adecuado es clorhexidina spray al 1%. Dicha guía detalla el procedimiento a seguir para curar el cordón umbilical:
- Lavar las manos
- Coger una gasa estéril por las 4 puntas, de forma que nuestros dedos no toquen la parte central de la gasa
- Impregnar la zona central de la gasa con clorhexidina
- Limpiar la base del ombligo con un movimiento en rotación alrededor del mismo
- Con otra gasa estéril limpiar la parte distal del ombligo, que lleva la pinza
- No cubrir con gasa el ombligo para favorecer su desprendimiento.
¿Qué debemos vigilar en el proceso de curación del cordón?
Tendremos que controlar algunos signos de alarma que nos pueden indicar que hay una infección en el cordón, como, por ejemplo:
- Que el cordón presente enrojecimiento, humedad o supuración
- Que el cordón desprenda mal olor
- Que su caída se retrase más allá de la tercera semana de vida
- Que haya un sangrado importante (un pequeño sangrado autolimitado suele ser normal en el momento de la caída)
La mayoría de los cordones cicatrizan perfectamente y caen en pocos días con unos cuidados mínimos, y mucho cariño.
Algunos consejos que pueden ayudarte también en su caída y cuidados del cordón umbilical son los cambios frecuentes de pañal y vestir al bebé con ropa que no le apreté demasiado y si es posible de dos piezas. Ante cualquier duda durante el proceso de cicatrización o si sospechas que pueda padecer de infección, deberías consultar con tu pediatra.
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