Como limpiar cordón humbilical

Cómo limpiar el cordón umbilical: Posibles complicaciones

El cordón umbilical es un conducto flexible, formado por dos arterias y una vena rodeadas de un tejido gelatinoso.

Su función es imprescindible durante la gestación, puesto que es el nexo de unión entre la placenta de la madre y el feto, y permite el intercambio de oxígeno y nutrientes, así como de los productos de deshecho.

Tras el nacimiento y la respiración autónoma, el cordón umbilical se pinza, dejando una pequeña parte junto a la piel del bebé, que al cabo de los días dará lugar al ombligo.

El cordón umbilical, en condiciones normales, es un tejido inerte que se caerá por sí solo, y que no duele ni molesta salvo complicaciones. Suele caerse durante las 2 primeras semanas de vida, aunque este tiempo puede alargarse en función de las características del cordón y del uso de prendas ajustadas o que no dejen “respirar” de forma suficiente la piel (por eso se recomienda el uso de ropa interior de dos piezas a los bebés recién nacidos).

Tras el nacimiento y hasta que se produce una cicatrización completa del cordón umbilical, los gérmenes habituales de la piel pueden provocar una infección del cordón umbilical. Por ello resulta de vital importancia mantener las medidas higiénicas correctas para que se mantenga limpio y no se infecte.

COMO LIMPIAR EL CORDÓN UMBILICAL 

Los últimos documentos de consenso en cuanto a la higiene del cordón umbilical recomiendan limpiar el cordón umbilical con agua y jabón y secarlo bien después. Se puede ayudar a mantener seco el cordón con una gasa limpia y seca que lo envuelva, cambiando la gasa con los cambios de pañal -que también deben ser frecuentes-.
Tal y como indica la guía elaborada por la Asociación Española de matronas, el uso de antisépticos para la cura del cordón umbilical no es imprescindible cuando ha habido buenas condiciones higiénicas durante el parto y no ha habido complicaciones infecciosas conocidas. Sin embargo, en caso contrario, se aconseja el uso de clorhexidina (como por ejemplo la Cristalmina).  En este caso dicha guía recomienda impregnar la zona central de la gasa con clorhexidina.

La onfalitis es la infección del ombligo y es un proceso potencialmente grave que precisa el uso de antibióticos -la mayoría de las veces intravenosos con ingreso hospitalario-. Evitar la onfalitis es el motivo principal de mantener en adecuadas condiciones higiénicas el cordón umbilical hasta su caída.

Otras complicaciones que podemos observar en el ombligo del bebé son:

  • Granuloma umbilical: Es una cicatrización anómala del cordón, que a veces el pediatra “quemará” utilizando nitrato de plata.
  • Hernia umbilical: Es un defecto del cierre de la pared abdominal que origina que el ombligo esté abultado, especialmente cuando llora o hace fuerza. Suele resolverse espontáneamente antes de los 2-3 años (en caso contrario necesitará cirugía).
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