El acné es una lesión cutánea que aparece fundamentalmente en la cara y en la parte superior del tronco y que está causada por una disfunción de las glándulas sebáceas que hay en la piel. Esta disfunción está relacionada con cambios hormonales, es muy frecuente en la pubertad, en la adolescencia y también se relaciona su aparición con los periodos menstruales.
El acné puede clasificarse de diferentes formas en función del momento evolutivo en el que está, desde la fase donde predominan las espinillas y los puntos negros, hasta el momento en el que las lesiones se hacen más inflamatorias y nos encontramos con los típicos granitos rojos que pueden tener pus.
En función de las características del acné y de su extensión, será habitualmente el dermatólogo quien establezca el tratamiento más adecuado. Puede ser un tratamiento local, con productos dermatológicos de venta en farmacia o fórmulas magistrales, o en algunos casos más severos, tratamientos orales.
Cuidados generales
Aparte de los tratamientos antes mencionados, ciertos cuidados generales y de la piel van a ser útiles en todos los casos:
- Se recomienda mantener una correcta higiene de la piel, utilizando productos adecuados de forma diaria que retiren el exceso de grasa. Además, existen productos exfoliantes que también son de utilidad cuando las lesiones no son muy inflamatorias.
- Los “granitos” no deberían manipularse. Esta es una indicación que a algunas personas les cuesta seguir, pero que es fundamental. La manipulación cutánea origina un mayor riesgo de infección de las lesiones y de la piel contigua. La manipulación también facilita que el proceso de cicatrización de la lesión sea más lento y la posibilidad de que “deje señal”: una molesta cicatriz permanente.
- Como son lesiones inflamatorias y en las que hay gérmenes de la piel implicados, se recomienda tanto de forma preventiva como cuando ya existe infección, curar los granitos con antiséptico. Utilizar Cristalmina spray antiseptico (Digluconato de clorhexidina al 1%) dos veces al día, favorece la cicatrización de las pústulas del acné y evita la sobreinfección de las lesiones.
- El estrés es un factor que precipita y empeora el acné. Evaluar los factores que pueden desencadenar más brotes, puede ayudar a controlarlo.
Por último, no existe evidencia científica de que las restricciones dietéticas tengan algún efecto en el acné. Aunque clásicamente se ha retirado la ingesta de algunos productos como el chocolate o los embutidos, la realidad es que son medidas que no han demostrado una efectividad real en el control del acné.
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